viernes, 29 de marzo de 2013

SOBRE LA TAN NECESARIA AUTOCRÍTICA


Nadie es perfecto en esta vida.
Aunque es una frase hecha, quizás es una de las mayores verdades que hay en el mundo mundial. Nadie es perfecto, en efecto. Y es necesario saberlo y asumirlo para poder avanzar.
No ser perfecto no es malo, lo que es malo es saber en qué fallamos y no intentar solucionarlo, porque hay cosas que están en nuestra mano y no hacer nada para mejorar es un pecado de los gordos.
 
Por ejemplo, y para que veáis que yo intento hacer aquello que predico, diré que, aunque redacto bien y sé que mis diálogos son aceptables, fallo estrepitosamente a la hora de describir. Mis escenas quedan desnudas y a veces no se sabe dónde están los personajes. Es algo en lo que trabajo y aun y todo tengo la sensación de que nunca quedaré satisfecha, porque sé que no es lo mío.
 
¿Qué es lo bueno de conocer tus puntos fuertes y débiles, consecuencia directa de hacer autocrítica? Que podrás apuntalar directamente aquellos lugares donde fallas sin descuidar aquello que se te da mejor.
 
Por ello, analiza solo o en compañía cuáles son tus puntos fuertes y débiles, haz autocrítica, y verás cómo tu trabajo se ve beneficiado con ello. Tus lectores te lo agradecerán, pero, sobre todo, tú verás que avanzas, algo que es imprescindible en una labor como la nuestra, en la que nunca estamos satisfechos del todo.
 
Nota mental: qué guapa la Madrastra, con su espejito mágico... ella no hizo autocrítica y mirad cómo acabó.

2 comentarios:

  1. Tienes razón, Arwen, muy buena la comparación con la madrastra de Blancanieves :)

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  2. Hola!! Es que yo creo que hay que saber mirarse en un espejo, aunque lo que veamos no sea mu bonico que digamos, y aceptarlo, porque eso es lo que nos hará avanzar. Porque, quién quiere hacer siempre lo mismo de la misma manera?? yo, al menos no. Y creo que ningún escritor que se precie debería desearlo.
    Un beso!!

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