sábado, 21 de noviembre de 2015

SOBRE SEGUNDAS PARTES (QUE VEREMOS SI SON BUENAS)

Cuando escribí hace unos meses "El amor es un libro en blanco", hice una apuesta muy personal.
Es una historia que no cuenta mi vida, ni mucho menos, pero en ella hay muchas de mis ideas sobre este mundillo, el literario. 
Es un mundo bonito a veces, pero también tiene sus cosas no tan bonitas, y me apetecía contarlo. A mi manera, eso sí. 
Y lo hice. 
En ningún momento me planteé mandarlo a ninguna editorial. Era una declaración de intenciones, la mía, y decidí hacerlo todo por mi cuenta. 
No le fue mal. 
Rob y Reb me dieron muchas satisfacciones, y no me refiero solo a las ventas. Disfruté como hacía tiempo que no lo hacía escribiendo. Es una obra divertida, pero también es otras cosas.
Y un día me dio un arrebato. La verdad es que no esperaba nada en particular. Fue una de esas cosas que me pasan a veces por la cabeza. No tenía nada que perder, así que lo hice.
La respuesta me dejó alucinada, tengo que admitirlo. Una charla telefónica con la persona más inesperada me hizo recobrar (aunque parezca un poco bobo) las ganas de todo esto que había perdido en estos últimos meses. Ella no sabe, y supongo que no leerá esto y nunca se enterará, pero a veces es necesario escuchar esas cosas, y de gente que no conoces, gente que está harta de leer miles de historias.
Total, que el año próximo "El amor es un libro en blanco" saldrá publicada por Harlequin. Ahora mismo le estoy dando un repaso merecido, y disfrutando de las correcciones por primera vez en mi vida.
Veremos si la segunda vida le sienta bien a Rob y a Reb. Creo que la merecen, pero ya sabemos que las cosas no funcionan así. En todo caso, a mí me daría igual, porque, por una vez, siento que no estoy sola en esto (aunque tal vez solo sea en mi imaginación jajaja).

Nota mental: dice Alain que empiezo a parecerme a una autora de verdad, que ya escribo cosas serias en el blog y todo. Ains, alma cándida...