Ya antes de que en estos últimos días se hablara tanto sobre la erótica y sobre lo que es o no romántica, yo había decidido escribir este artículo, post, entrada, o como se llame a estas cosas que se hacen en los blogs.
Lo he hablado mucho con mis amigas, que, por cierto, tuvieron movidilla con la autora de la famosa trilogía que no debe ser nombrada (como Voldemort) y sus palmeros en su blog a causa de la reseña que hicieron de su novela. Para los que tengan curiosidad (http://reginairae.blogspot.com.es/2014/06/de-rodillas-de-malenka-ramos.htmlhttp://reginairae.blogspot.com.es/2014/06/de-rodillas-de-malenka-ramos.html). Los comentarios de la familia Anónimo nos hicieron mucha gracia al decir sentirse orgullosos de su opinión tan válida como la de cualquiera y sin embargo no dando su orgullosa cara, entre otras cosas ,como insultos al físico e intelecto de la autora de la reseña (sí, Noelia Amarillo no ha sido la única).
Pero no es de eso de lo que quiero hablar, sino de que no solo hemos retrocedido en eso, sino en la literatura en general y en la romántica en particular. No, no pongáis esa cara de: ein, ya se le ha ido la pinza a esta otra vez, que para eso ya tengo a Alain, y él es más guapo, y francés (sin ofender).
Veamos, pongámonos en situación con varios ejemplos sencillos que tal vez reconozcáis:
-Protagonista liberada de novela actual, en sus 30, que tiene un sueño y es capaz de todo por alcanzarlo. Cuando está a punto (ya sea el trabajo de sus sueños, un ascenso..., vamos, lo que siempre siempre, y recordad que ella lo dice cada 3 páginas, quiso antes de morir y era capaz de vender su alma al diablo por ello)... él le pide matrimonio y ella parece olvidar ese sueño, porque de pronto su sueño era una bobada y en realidad lo que toda mujer quiere, aunque no lo reconozca, es casarse y tener 5 hijos (sí, esto lo he visto casi literal). Hasta las solitarias que no aguantan a la gente descubren que les encanta la vida familiar y que las abracen.
-Protagonista liberada con puesto en banco-empresa-lo que sea, donde es respetada, tiene que ocultarse, o necesita tiempo para reflexionar, y acepta trabajo como criada o niñera, donde conoce a un jefe o superior que... Lo demás es lo de menos, la cuestión es el puesto que elige, de jefa a un puesto muy inferior, algo antinatural en alguien acostumbrado a mandar. ¿Es capaz una mandamás de la cúpula de aceptar órdenes sin más? Es más, ¿sabe usar una fregona?
-Las eróticas en las que siempre es ella la sumisa, nunca él, y si en alguna aparece una dominante mujer, es la mala, porque está resentida al haber sido abandonada por un hombre y se quiere vengar.
-Chica de barrio que conoce millonario que la saca de su casa y le da la gran vida, a pesar de la incompatibilidad de cultura, educación, nivel socioeconómico etc... de solo imaginarme las cenas familiares en una situación similar en la vida real, me parto.
Y así varios ejemplos más que seguro que os suenan. En resumen, a lo que voy es que en todas, en todaaaaasssss, la mujer está a un nivel inferior al del hombre. Ella se somete voluntariamente, ella cede su puesto superior, renuncia a sus sueños por la familia.
¿Por qué nos parece normal y hasta bonito (a algunas al menos) todo esto?
A mí, desde luego, no me parece normal que una mujer se pase medio libro (o media vida) diciendo que su sueño es ser bombero (o lo que sea) y renuncie (y hasta declare que tampoco era para tanto) en cuanto un hombre le ofrezca un anillo. Porque tu sueño es tu sueño, y no renuncias a él con tanta facilidad. Donde digo bombero digo pintora, escritora, lo que sea. ¿Por qué no renuncia él a ser presidente de su empresa? ¿No sería eso una señal de amor también? Pues no. Porque en las novelas actuales son siempre (o casi) ellas las que renuncian a su vida, a su ascenso, a su sueño, o al menos se vuelve algo secundario, pues la familia siempre es lo primero.
Y lo vemos natural. Y no lo es. Y es algo que deberíamos mirar por lo que refleja de nuestra sociedad.
¿Y qué mujer renuncia a un ascenso, a un puesto de mando para ser mujer de la limpieza (con todo mi afecto hacia ellas, que hacen una gran labor)? ¿Y más todavía para que el señorito le dé unos azotes y la ataque por sorpresa en la despensa? Y, a todo esto, ¿tiene que ser necesariamente criada o niñera? Hay mil sitios para esconderse sin tener que ser en un puesto de servidumbre, donde poder mantener tu anonimato (ponte cualquier uniforme y verás cómo no te reconoce ni cristo, lo sé por experiencia). Solo quiero señalar que se coloca a la mujer en un puesto de inferioridad, a las órdenes de un jefe con un puesto muy por encima, o en una posición económica muy superior, para que haga lo que quiera con ella, y se ve como normal.
Para que no se me malinterprete, no digo que la familia no sea importante, ni mucho menos. Pero no es lo primero solo para la mujer, o no debería serlo. Si ella renuncia a cosas, acostumbrémonos a ver a los protagonistas masculinos a renunciar a sus sueños por ella, si de verdad la ama. Un poco más de equilibrio, que estamos en el siglo XXI. Pensemos que lo que vemos como normal en los libros al final puede acabar pareciendo normal en la vida real, y ¡Dios nos libre! (y conste que soy atea).
En definitiva, que nos estamos encerrando en una caverna. Y en esta fría caverna dentro de poco vamos a aceptar que los protagonistas arrastren a las mujeres de la melena mientras gritan ungaunga. Y nos parecerá normal y bonito.