sábado, 20 de diciembre de 2014

SOBRE... EL SECRETARIO 2: ASUNTOS FAMILIARES

A estas horas es un clamor que Alain y yo tenemos nueva obra en la calle.
En esta segunda parte, conoceremos a la "encantadora" familia Panphile, a cada cual más... no voy a decir nada, que dentro de poco me toca cenar con ellos.

Os dejo aquí la sinopsis:
Cuando todo parecía ir bien entre Arwen y su secretario, el enigmático Alain, (y Lorito), una visita de Alexia Guipur, la afamada autora de novela erótica (y psicópata por excelencia) justo antes de navidad, hace recordar a los habitantes de Casa Grey su promesa de conseguir que Alain regrese con ella. 
Para terminar de acabar con la paciencia de Arwen, lo que parecía ser un idílico viaje a París con Alain no resulta tan inocente como ella hubiera deseado. 

Una historia sobre secretarios con (más) secretos, familias de verdad, ratoneras, champán del bueno y “conocer a los padres (y primo)”. 
Y sobre el amor verdadero. Mucho, mucho amor… 


Como siempre, a la venta en todas las tiendas de Amazon. 

martes, 9 de diciembre de 2014

SOBRE RECAPITULACIONES A FIN DE AÑO

Ya lo sé, ya lo sé, todavía quedan semanas para que acabe el año, pero soy una mujer ocupada, con novelas que acabar, secretarios a los que mangonear, y da la casualidad de que ahora mismo estoy de vacaciones y me ha dado el punto, así que voy a hacer una maravillosa recapitulación de lo que ha sido este 2014 en Casa Grey. 
La verdad es que ni me acuerdo ya de la mitad de las cosas, menos mal que tengo a Alain, que es un secretario eficiente a la par de estar bueno de la muerte.
¡¡Veamos, Alain, saca la agenda!! (aprovecho que está de espaldas para recrearme la vista jajaja)

-Allá por enero publiqué "El secreto de los McKay". No fue mal el asunto. 50 días en el top 100 general en Amazon.es y ni idea de cuánto estuvo por Amazon.com, pero el caso que estuvo. 
-Por primeros de año firmé el contrato con Ediciones B para "Mi honorable caballero"
-En marzo seleccionaron dos de mis relatos para la antología "152 rosas blancas" de Divalentis
-En mayo publiqué "Ganaré tu corazón". Tampoco fue mal. Otros 50 días en el top 100 en España.
-En junio firmé el contrato con HQÑ para mi novela del hospital, que saldrá a primeros del año que viene, espero.
-En octubre salió "Mi honorable caballero" de la mano de Ediciones B-RNR. 35 días en el top 100 general de Amazon.es (que yo haya visto) y algún top por el mundo. No está mal, tal y como están las cosas y lo difícil que resulta a veces saltar a editorial.
-En noviembre Editorial Alfil selecciona otro relato mío para una antología navideña que saldrá, lógicamente, en navidad. 
-También en noviembre firmo otro contrato con otra editorial.
-Diciembre todavía está en blanco, pero espero que no quede así.
-Además, las otras historias del año pasado han seguido vendiéndose razonablemente bien, así que puedo pensar que seguirán dando guerra un tiempo al menos.

En cuanto a proyectos, acabé "la de la moda" que espera destino, estoy acabando "El secretario 2", que espero publicar este mismo mes y, ya para el año que viene (espero), Rultinia 2 verá la luz, aunque tampoco tengo ni prisa ni planes al respecto.

No ha sido un mal año, supongo.

Nota mental: recordaré todo esto cada vez que vea que es "necesario" hacer publicidad a todas horas, que es "obligatorio" tener mil reseñas o "contactos" para vender.

sábado, 15 de noviembre de 2014

SOBRE... ESA GENTE LLAMADA FAMILIA

Hay familias de todo tipo: gente relativamente maja, pero con miembros que no lo son tanto, como los Bennet de "Orgullo y prejuicio", familias a las que no tocarías ni con un palo, como los Earnshaw, de "Cumbres borrascosas", y luego están los de categoría especial... los Panphile.

Para hablar de este tipo de familia, tengo que sentarme, ponerme las gafas de pasta, echar mano de un manual de psicología, y tomarme un tranquilizante. Y, por supuesto, escribir esto cuando Alain no mira.
Durante mucho tiempo he pensado que Alain no es lo que se puede decir... normal. Frío, estirado, desapasionado, con manías extrañas. A estas alturas todos sabemos que parte de sus "cosas" son debidas a su relación con Alexia (esa mala p.....), pero no todo es debido a esa mala p..... (siento repetirme, pero el sonido suena tan simpático en mi cabeza: mala p.... mala p....). En definitiva, en nuestro viaje a París supe que todo venía de mucho tiempo atrás y que, si Alain es así de... ¿raro pero adorable? es debido a su familia, esa gente llamada los Panphile.
Empecemos por su padre, ese hombre que parece vivir en su mundo y apenas parece enterarse de lo que sucede a su alrededor... ¿o no? Algo me dice que Monsieur Panphile, si ha logrado sobrevivir en esta familia durante tanto tiempo (y al parecer sano), es porque alguna fuerza extraña oculta.
Madame Panphile: fría, intransigente, presidenta del club de fans de Alexia en Francia, presidenta del club de antifans de Arwen Grey y tal vez bruja piruja que hace vudú (yo no descarto nada si implica fastidiarme). No entiendo por qué intento ganármela. ¿Por Alain o porque mis intentos le fastidian todavía más y no puedo evitar meterme en un problema tras otro?
El primo Pascal: esa querubinesca versión rubia de Alain. Es tan adorable que no puede ser real. Vamos, el hecho de ser un Panphile ya hace que sospeche de esa sonrisa encantadora...  Además, es rubio, otro motivo de sospecha. 

Visto en perspectiva, debo convencerme de que Alain, además de estar muy bueno, es el más normal de la familia (con todas sus manías y todo). ¡Y además hace un té maravilloso!

¿A estas alturas nadie se ha dado cuenta de que estamos con la segunda parte de nuestra historia, lo que sería Alain 2?
Próximamente... (juajuajua)

sábado, 8 de noviembre de 2014

SOBRE RETOS Y NUEVAS HISTORIAS


No sé si habéis escuchado hablar en alguna ocasión del Nanowrimo. Se trata de una especie de reto escritoril, según el cual hay que escribir una novela de 50000 palabras en un mes (vienen a ser alrededor de 1600 palabras cada día, escribiendo cada día), en concreto noviembre, de ahí que para muchos este mes sea el mes de la escritura por excelencia. De hecho, es una especie de concurso en USA, creo, en el que hasta diplomas dan (en plan: lo conseguíiiiii, lo conseguíiiiiii).
A lo largo del mundo tropecientas personas se retan a sí mismas o a otros a cumplirlo y sacar adelante ese manuscrito o esa idea que ronda por sus cabezas, con la idea de tener algo de lo que presumir en diciembre, famélicos, con ojeras y una barba hasta los pies (también ellas). Hay webs y páginas de Facebook dedicadas a ello, hay calendarios (como el de arriba), hay material de escritura especial, contadores de palabras... ¡Vamos, que es casi un negocio en sí mismo!
Novelas conocidas y de éxito que han salido del conocido como nano: Agua para elefantes (habrá más, pero es la única que recuerdo ahora mismo).

Bien, reconozco que lo he hecho (varias veces, no siempre en noviembre) y he sobrevivido. Cuando he acabado un ciclo, he empezado otro. Tiene varias cosas buenas:
-Te ayuda a crear una disciplina de trabajo diaria, ya que te reta a hacer como mínimo una cantidad de palabras. Llega un momento en que te parece poco y lo sobrepasas.
-Te obliga a escribir sin mirar atrás. No puedes hacerlo si quieres llegar al final. Ya corregirás al final, que además es lo ideal.
-Te obliga a planificar bien tu trabajo, que además es lo ideal (uy, que me repito).
-Esta foto concreta (tan graciosa) es la que yo uso, porque me pico con ella que no veas. Me digo: si James (ni idea de si se llama así el que la hizo, pero yo le llamo James, que dibuja muy bien, ejem) pudo, yo más (yo siempre máaasssssss).
-Te ayuda a superarte, y eso siempre es bueno, sobre todo si además superas a James (no veas lo que mola ver que un día haces más que él juajuajua).

También tiene cosas malas:
-La obsesión cuando un día no puedes trabajar y te sientes culpable (sobre todo porque James va ganando, ese maldito hijo de...).
-Cuando no tienes tiempo y quieres sacarlo de donde no tienes, sacrificando otras cosas (James no puede ganar, está claro).

No se puede olvidar que es un reto, un juego, una novela, una historia. No es importante, o más bien, hay que darle la importancia justa. Si no se puede, no se puede, y punto. No es bueno obsesionarse. James no existe, ejem...

Nota mental: Alain dice que está bien ponerse retos, pero que no está bien picarse con personas inexistentes con las que no nos une nada más que una tierna enemistad basada en quién lo hace más rápido y mejor... 
James, no es nada personal... en serio... ¡¡Pero voy ganando!!

viernes, 31 de octubre de 2014

SOBRE REFLEXIONES

Ahora que mi primera novela publicada con editorial lleva en el mercado una semana (y un día), he pensado que es hora de hacer una entrada sobre qué siento en estos gloriosos momentos (jajaja).

Cuando ya tienes una cierta trayectoria a tus espaldas, te gusta pensar que nada cambiará en tu vida, que es una historia más. Y, ¿sabéis qué? Que nada ha cambiado y que para mí es una historia más. A pesar de que, espero que fuera en broma, claro, ya he tenido que escuchar que si ahora soy famosa etc, da la casualidad de que no es mi primera historia en el top 100, y ni siquiera la que ha estado más arriba. De ahí tal vez que no me encuentre en un éxtasis supremo, ni dando saltos, ni dando la brasa por doquier, ni esperando reseñas  ni comentarios que nunca he obtenido antes. 

Y no es que no me alegre, todo lo contrario, yo esperaba sinceramente no solo que fuera bien, sino que se mantuviera la inercia de las historias anteriores, que han entrado en top y se han mantenido ahí durante semanas. Todos conocemos casos de autores que triunfaron por su cuenta y se dieron el batacazo al fichar por editorial. Yo me conformaba con mantener a parte de mis lectores, así que me doy por más que satisfecha, sobre todo si les gusta. Los comentarios y reseñas llegarán si tienen que venir, no es algo que me haya quitado nunca el sueño. Siempre he preferido el trato directo con los lectores.

Lo que más odiaría sería que la gente pensara que algo cambia porque mi historia salga por mi cuenta o bajo Ediciones B o Harlequín o quien sea. Todas mis historias nacen, crecen y se reproducen de la misma forma (como bichos), sin pensar en su destino final. 

De todas formas, me gustaría dar las gracias a los que me han seguido desde siempre y a los nuevos. Aguantarme es una dura tarea, lo sé bien jajaja.

Básicamente, estamos felices en Casa Grey. Y ahora mismo Alain vuelve a convulsionar...

lunes, 20 de octubre de 2014

SOBRE... ¡¡¡HÚSARES!!!



Los húsares, palabra que proviene del término húngaro Husz (veinte, ya que en sus inicios formaban en grupos de 20 jinetes), han formado desde hace siglos la caballería ligera de los ejércitos, incluso hoy en día, aunque ya no van a caballo, sino en tanque.
Se los reconoce por su equipamiento, que en sus inicios estaba formado por una lanza, un sable de caballería y una armadura ligera. Con el tiempo, tal vez por poco práctica, la lanza desapareció, permaneciendo el sable como símbolo del húsar, que es largo y queda por detrás de las piernas. Llevaron a partir del siglo XIX pistolas y armas de fuego, como es lógico.
También es conocido su vistoso uniforme, con chaquetas (llamadas dolmán) decoradas con trencillas (que delatan sus orígenes húngaros), sus pantalones de montar, sus botas altas, su portapliegos. La pelliza que suelen llevar sobre el hombro izquierdo fue añadida al uniforme por los franceses en las guerras napoleónicas y permanece hoy en día. En el zurrón y en el chacó o gorro suelen llevar una chapa con el emblema del regimiento, que suele ser del tipo “Vencer o morir”, “La libertad o la muerte” o “Vive libre o muere” (ya se ve que eran tipos de armas tomar).
Para completar el look (antes de que lo prohibieran), era usual que llevaran trenzas en el pelo y largos bigotes. Tenían tal fama de juerguistas y pendencieros que el general Lasalle (húsar él), dijo en una ocasión: “Cualquier húsar que no ha muerto a la edad de 30 años, es un canalla”. Él murió a los 34 en la batalla de Wagram, y no sabemos si era un canalla o no, pero queremos imaginar que sí, teniendo en cuenta las cosas que él mismo decía.
Entre los regimientos famosos por su look especial, nombraremos los Húsares Alados, por las alas que llevaban en la espalda o en las grupas de los caballos, o los Húsares de la Muerte, con sus uniformes negros con calaveras en el chacó (en una palabra: espectacular).

Para terminar esta pequeña lección, diremos, como hemos apuntado al principio, que en la actualidad hay varios países que mantienen regimientos de húsares en sus ejércitos. Entre ellos encontramos a Argentina, Canadá, Dinamarca, Chile, Francia, Países Bajos, Perú, España, Suecia, Reino Unido o Venezuela. Repito que la mayoría son unidades de artillería pesada (tanques) o caballería, o guardias de honor, pero en los desfiles llevan el uniforme tradicional o alguna versión actualizada, alegrando el ojo de esta friki de los húsares.

jueves, 9 de octubre de 2014

SOBRE PRESENTACIONES... "MI HONORABLE CABALLERO"


Como no falta mucho ya para que salga mi nueva historia, de la mano de Ediciones B y RNR, supongo que es hora de presentar la portada (esa de ahí arriba), y la sinopsis:


"Dorset, Inglaterra, 1815
Después de la batalla de Waterloo, la guerra contra Napoleón ha llegado a su fin.
Antes de regresar a su país, el príncipe Peter de Rultinia y todo su séquito son invitados por lord Leonard Ravenstook a pasar una temporada en su mansión de la campiña.
Su hija y su sobrina reciben la noticia con sentimientos encontrados. La joven Iris, hija de lord Leornard, cree que tendrá la oportunidad de reencontrarse con el conde Charles Aubrey, el hombre del que se enamoró en los inicios de la guerra. Mientras tanto, su prima Cassandra detesta la idea de reencontrarse con el capitán de la guardia del príncipe, sir Benedick McAllister, un burlón escocés que saca el demonio que lleva dentro.
Pero a veces el corazón es impredecible, sobre todo cuando unos terribles acontecimientos pongan a prueba lo que de verdad sienten por el otro.
Porque quizás el amor se encuentre entre los brazos de la persona más inesperada…"


Es una historia de época, sí. Hay algo de intriga, humor, acción, y unos protagonistas que no parecen tenerse mucha simpatía el uno al otro. ¿O sí? Ya sabemos lo que ocurre en estas cosas del amor, que la persona más inesperada es la perfecta. Yo de eso sé un poco...


sábado, 4 de octubre de 2014

SOBRE CUENTAS ATRÁS

Pues parece que está hecho, alea iacta est, hemos cruzado el Rubicón... y todas esas cosas que se dicen en estas ocasiones: galeradas entregadas, portada aprobada, HABEMUS NOVELA.

Os parecerá raro todo esto, pero es que es como si para mí hasta ahora no hubiera sido real, estuviera algo así como en el aire. 
Curiosamente, no es una cuestión de nervios, ni nada así, es más bien una sensación de extrañeza, de "veamos cómo sale este experimento". Igual ya sabéis que me encantan los experimentos jajaja.

Dice Alain que tengo que miles de cosas de promoción, pensar en publicidad, en peinarme para salir en las fotos... ¿peinarme? Creo que está él más nervioso que yo, que está planeando no sé qué agenda de eventos, como si fuera autora ganadora del Nobel o algo. 
Yo aprecio mucho a mi secretario (ejem), pero no se da cuenta de que todo sigue igual, trabajo igual, pienso igual y sigo igual de guapa y loca. Sobre todo guapa, por supuesto.
Aunque supongo que algo haremos, aunque solo sea para  hacerle feliz. ¡¡¡Aunque no te acostumbres, Alain Panphileeee!!!
¡¡YO NO SOY UNA AUTORA SERIA!!

Nota mental: Alain sonríe de un modo muy extraño ahora mismo. Igual debería preocuparme, pero su sonrisa me marea. Está taaaannnn mono. Ains.

domingo, 21 de septiembre de 2014

SOBRE... ¿CAMBIAR EL CHIP?

Lo pongo entre signos de interrogación porque es algo sobre lo que dudo. 
Yo tengo claro que para mí no cambia nada. Al fin y al cabo, no ha cambiado desde enero, que es desde que sé que iba a publicar con Ediciones B, o desde mayo, que fue cuando firmé el segundo contrato, esta vez con Harlequin. Escribo igual, trabajo igual, hablo igual, me muevo igual, Alain y yo seguimos pensando distinto sobre casi todo...
Sin embargo, tengo la sensación de que sí ha cambiado, o lo hará para algunos, una vez que sea "oficial".
Igual es una paranoia mía, o una sensación, y ojalá lo sea, porque me parece absurdo que la percepción hacia mis historias cambie solo por tener una editorial detrás, pero así es. 

Ni las historias son mejores, ni la autora es distinta. Cuando se escribieron se hizo como con todas las demás, como se han hecho las nuevas, sin pensar en su destino. A mí me da igual que sean de Amazon, como si las publica Rita la Cantaora. Todas se han hecho exactamente igual y con el mismo objetivo: que yo me lo pasara bomba haciendo sufrir a Alain.

Así que, si alguien cree que se me han subido los humos y me voy a convertir en una diva... ¡¡le tiro la grapadora!! Si no se me sube el pavo por ser tan guapa y tener este tipazo, no se me va a subir por eso, amos hombreeee...

Nota mental: Alain está convulsionando ahora mismo...

miércoles, 10 de septiembre de 2014

SOBRE ESCRIBIR, PUBLICAR, Y OTROS SUCESOS PARANORMALES

En estos últimos tiempos de crisis, no solo monetaria, sino editorial, Amazon fue la oportunidad para mucha gente que escribía en sus ratos libres y cuyo sueño era, cómo no, llegar a ver su libro publicado por una editorial "de las de verdad". Llegaron, cayeron en gracia, vendieron y, por lo que sea, tras varias negativas, de pronto... ¡sorpresa! fueron fichados, sus novelas compradas, y sus libros finalmente publicados. Aunque no era mi sueño a pesar de escribir desde hace muchos años, es lo que me ha ocurrido a mí, así que supongo que puedo considerarme parte de este asunto y hablar de ello con propiedad. 
Mientras tanto, había gente que lo conseguía a la manera tradicional, sin este paso previo. Supongo que agente por medio o no, mandaron sus manuscritos a editoriales, pasaron por el filtro adecuado y sus libros fueron publicados.

Aunque parezca absurdo, hay gente que considera a estos dos tipos de autores de forma distinta. Y no, no son los lectores, que muchas veces no saben ni cómo llega la historia a sus manos, sino que son los propios autores los que hacen la diferencia, como si el hecho de haber autopublicado y haber fichado "solo" por haber sido superventas antes fuera una especie de estigma. De hecho, ni siquiera se considera que su obra pueda tener calidad (quién sabe, igual la tiene. Digo yo que alguna medio decente habrá).

En todo caso, esta entrada no trata de medir la calidad de las novelas ni los autores autopublicados ni de editorial, sino de las diferencias entre ellos. 
Yo siempre he pensado que, en todo esto de la literatura, deberíamos ser más como los lectores: fijémonos en la historia, que es lo importante. A un lector le da igual cómo llega a sus manos, si es de la editorial A, B o C, si es de alguien que la sacó por su cuenta, o lo que sea. Él se fija en que le guste, le llegue, le haga sentir o reír. Y luego ya buscará más del autor, tal vez en las redes sociales, y quizás se entere de cómo llegó esa historia a sus manos. 
Pero lo demás, esas diferencias son algo propio de autores, no nos engañemos. Y es algo taaaaaan feo.
A mí, francamente, me hace sentir incómoda. Yo empecé en Amazon y voy a publicar dos historias con dos editoriales distintas. Para mí, aparte de preferencias personales que solo tienen que ver con lo que hay dentro, todas son iguales. En el futuro, a saber qué vendrá, nunca hago planes a largo plazo. Igual soy rara, pero sigo pensando, como he dicho arriba, que los autores somos lo menos importante aquí, igual que el hecho de cómo, dónde y por qué publicamos lo que nos sale de la cabeza.

Y diréis que, como parte del asunto, no puedo ser imparcial, pero da la casualidad de que aquí y en otros sitios he visto volar todo tipo de artillería a cuenta de que solo nos publican por vender, que no hay filtros, entre otras lindezas. Bien, hablando por mí, me gusta pensar que al menos soy correcta, sin ser Shakespeare. Me gustaría pensar también que las personas que decidieron que merecía la pena publicar algo mío creyeron que, aparte de ser guapa, tengo algo de talento. 
No nos engañemos, en cuanto a calidad, se ve de todo tanto entre autopublicados como entre editados por grandes editoriales. Pero no nos olvidemos de lo más importante de todo: esto, ante todo y sobre todo, es un negocio. Tal vez nosotros no lo veamos así, pero aquí nosotros somos los que menos pintamos.

En definitiva, seamos happy flower por una vez y olvidemos estas diferencias. Aquí lo importante son las historias, que son lo que el lector recordará, si acaso. Y así debe ser.

sábado, 23 de agosto de 2014

SOBRE ESCRITORES E IRONÍAS

Hace un tiempo (un tiempo largo), me di cuenta de que tengo el muro lleno de escritores, de gente perteneciente a grupos de literatura-libros-autores, pero nadie habla de ello, no realmente. Es decir, como mucho se habla de que se ha conseguido X puesto en X tienda, de lo mucho o poco que se vende, de la reseña que hizo fulanito, o algún lector se dirige a ti para decirte algo o hacerte alguna pregunta. Pero, pensadlo, ¿habla alguien de literatura?
Tuve el otro día un impulso ridículo de preguntar en mi muro si existía algún grupo donde se hablara de literatura, pero de verdad: de técnicas, esquemas o no, recursos, trucos, ese tipo de cosas.
Al final no lo hice porque pensé que nadie respondería, y por otra parte porque creo que no interesa. Las pocas veces que ha surgido el tema al final me he dado cuenta de que es así, triste pero cierto. La gente escribe lo que le sale de dentro y como le sale (al menos la mayoría). Y no digo que esté mal, pero si lo haces así, no necesitas ni técnicas ni leches.
De todas formas, me parece una pena que los grupos de autores y lectores se reduzcan a hablar de cuánto se vende y a hablar de reseñas. Para mí eso es la parte menos importante de la literatura. De hecho, una vez que he terminado el libro, casi me desentiendo de él (aunque esté mal decirlo). Tal vez porque soy incapaz de hacer publicidad y de pasarme la vida hablando de mis libros, no me gusta esa forma de funcionar y prefiero hablar del proceso de creación en sí. Igual es que soy una romántica (no en el sentido que ahora se le da a la palabra), pero creo que no valgo para esto.

lunes, 11 de agosto de 2014

SOBRE ESPERAR

A veces me sorprendo a mí misma pensando que tengo algo parecido a una paciencia sobrenatural.
Yo, que siempre había creído que era impaciente, impulsiva, alocada, puedo esperar casi eternamente a que las cosas lleguen. Qué remedio.

Por ahora espero a octubre, que es cuando saldrá mi primera novela "de editorial", "de verdad" o "en serio", que dirían algunos (sí, no eres un escritor de verdad hasta que te publica una editorial. O no, que si publicas solo en digital tampoco eres un escritor de verdad). 
Para mí es especial, pero no por eso, sino porque fue la novela en la que invertí más tiempo de mi vida en su momento, para la que creé un país, un reino lleno de gente poco recomendable y otra casi adorable (solo casi, nadie es perfecto, ni siquiera los rultinianos). Rultinia es ese sitio ideal de la muerte... sobre todo de la muerte. Es tan idílico que no puede ser tan bueno como parece. Y no lo es. Al menos sus caballeros merecen la pena. Como no existía, tenía que inventarlo.

También espero fecha para mi otra novela "de editorial", "de verdad" o "en serio", que dirían algunos.   Ni siquiera sé si será este año, pero no estaría mal saberlo, para poder hacer planes. No puedo evitarlo, me gusta ponerme fechas para las cosas literarias. Solo para eso. En el fondo, que Alain no se entere, soy un poco maniática del control...

Las dos novelas son muy distintas entre sí, y a la vez no podría negar que son mías jajaja. ¿En qué se parecen? Algo de humor, algo de locura. Vale, están fatal todos, para variar...

Mientras espero, escribo, lo cual no está mal y me entretiene una barbaridad. La nueva poco tiene que ver con las anteriores, pero tampoco podría negar que es mía, qué se le va a hacer. Espero acabarla para septiembre, y su futuro es incierto. A estas alturas solo sé que todo es impredecible. ¿Al fin y al cabo, quién iba a decirme a mí que iba a publicar dos novelas distintas este año con dos editoriales gordas de verdad como Ediciones B y Harlequín, habiendo salido de la nada y haciendo lo que me da la real gana?

domingo, 20 de julio de 2014

SOBRE LA CAVERNA (HACE FRÍO)

Ya antes de que en estos últimos días se hablara tanto sobre la erótica y sobre lo que es o no romántica, yo había decidido escribir este artículo, post, entrada, o como se llame a estas cosas que se hacen en los blogs.
Lo he hablado mucho con mis amigas, que, por cierto, tuvieron movidilla con la autora de la famosa trilogía que no debe ser nombrada (como Voldemort) y sus palmeros en su blog a causa de la reseña que hicieron de su novela. Para los que tengan curiosidad (http://reginairae.blogspot.com.es/2014/06/de-rodillas-de-malenka-ramos.htmlhttp://reginairae.blogspot.com.es/2014/06/de-rodillas-de-malenka-ramos.html). Los comentarios de la familia Anónimo nos hicieron mucha gracia al decir sentirse orgullosos de su opinión tan válida como la de cualquiera y sin embargo no dando su orgullosa cara, entre otras cosas ,como insultos al físico e intelecto de la autora de la reseña (sí, Noelia Amarillo no ha sido la única). 

Pero no es de eso de lo que quiero hablar, sino de que no solo hemos retrocedido en eso, sino en la literatura en general y en la romántica en particular. No, no pongáis esa cara de: ein, ya se le ha ido la pinza a esta otra vez, que para eso ya tengo a Alain, y él es más guapo, y francés (sin ofender).

Veamos, pongámonos en situación con varios ejemplos sencillos que tal vez reconozcáis:
-Protagonista liberada de novela actual, en sus 30, que tiene un sueño y es capaz de todo por alcanzarlo. Cuando está a punto (ya sea el trabajo de sus sueños, un ascenso..., vamos, lo que siempre siempre, y recordad que ella lo dice cada 3 páginas, quiso antes de morir y era capaz de vender su alma al diablo por ello)... él le pide matrimonio y ella parece olvidar ese sueño, porque de pronto su sueño era una bobada y en realidad lo que toda mujer quiere, aunque no lo reconozca, es casarse y tener 5 hijos (sí, esto lo he visto casi literal). Hasta las solitarias que no aguantan a la gente descubren que les encanta la vida familiar y que las abracen.
-Protagonista liberada con puesto en banco-empresa-lo que sea, donde es respetada, tiene que ocultarse, o necesita tiempo para reflexionar, y acepta trabajo como criada o niñera, donde conoce a un jefe o superior que... Lo demás es lo de menos, la cuestión es el puesto que elige, de jefa a un puesto muy inferior, algo antinatural en alguien acostumbrado a mandar. ¿Es capaz una mandamás de la cúpula de aceptar órdenes sin más? Es más, ¿sabe usar una fregona?
-Las eróticas en las que siempre es ella la sumisa, nunca él, y si en alguna aparece una dominante mujer, es la mala, porque está resentida al haber sido abandonada por un hombre y se quiere vengar.
-Chica de barrio que conoce millonario que la saca de su casa y le da la gran vida, a pesar de la incompatibilidad de cultura, educación, nivel socioeconómico etc... de solo imaginarme las cenas familiares en una situación similar en la vida real, me parto.

Y así varios ejemplos más que seguro que os suenan. En resumen, a lo que voy es que en todas, en todaaaaasssss, la mujer está a un nivel inferior al del hombre. Ella se somete voluntariamente, ella cede su puesto superior, renuncia a sus sueños por la familia.
¿Por qué nos parece normal y hasta bonito (a algunas al menos) todo esto?
A mí, desde luego, no me parece normal que una mujer se pase medio libro (o media vida) diciendo que su sueño es ser bombero (o lo que sea) y renuncie (y hasta declare que tampoco era para tanto) en cuanto un hombre le ofrezca un anillo. Porque tu sueño es tu sueño, y no renuncias a él con tanta facilidad. Donde digo bombero digo pintora, escritora, lo que sea. ¿Por qué no renuncia él a ser presidente de su empresa? ¿No sería eso una señal de amor también? Pues no. Porque en las novelas actuales son siempre (o casi) ellas las que renuncian a su vida, a su ascenso, a su sueño, o al menos se vuelve algo secundario, pues la familia siempre es lo primero. 
Y lo vemos natural. Y no lo es. Y es algo que deberíamos mirar por lo que refleja de nuestra sociedad.
¿Y qué mujer renuncia a un ascenso, a un puesto de mando para ser mujer de la limpieza (con todo mi afecto hacia ellas, que hacen una gran labor)? ¿Y más todavía para que el señorito le dé unos azotes y la ataque por sorpresa en la despensa? Y, a todo esto, ¿tiene que ser necesariamente criada o niñera? Hay mil sitios para esconderse sin tener que ser en un puesto de servidumbre, donde poder mantener tu anonimato (ponte cualquier uniforme y verás cómo no te reconoce ni cristo, lo sé por experiencia). Solo quiero señalar que se coloca a la mujer en un puesto de inferioridad, a las órdenes de un jefe con un puesto muy por encima, o en una posición económica muy superior, para que haga lo que quiera con ella, y se ve como normal.

Para que no se me malinterprete, no digo que la familia no sea importante, ni mucho menos. Pero no es lo primero solo para la mujer, o no debería serlo. Si ella renuncia a cosas, acostumbrémonos a ver a los protagonistas masculinos a renunciar a sus sueños por ella, si de verdad la ama. Un poco más de equilibrio, que estamos en el siglo XXI. Pensemos que lo que vemos como normal en los libros al final puede acabar pareciendo normal en la vida real, y ¡Dios nos libre! (y conste que soy atea).

En definitiva, que nos estamos encerrando en una caverna. Y en esta fría caverna dentro de poco vamos a aceptar que los protagonistas arrastren a las mujeres de la melena mientras gritan ungaunga. Y nos parecerá normal y bonito.

miércoles, 2 de julio de 2014

EL SECRETARIO (NI IDEA DE CUÁNTAS VAN): LA HORA DE LA VERDAD

Yo soy buena actriz. 
Cuando me doy un golpe en una rodilla, respiro hondo y solo grito, maldigo y lloro a solas, como las chicas duras de verdad. 
Cuando me depilo, tatúo, tiño el pelo... no me quejo, soy una dama. Para estar bellas, hay que sufrir.
Pero si hay algo para lo que no tengo disimulo ninguno, y es que por algo soy vasca, pero vasca vasca, vasca del norte, es para los cabreos. Para eso tengo lo que yo llamo 2 velocidades:
1) El tapón de champán: reviento de golpe, y de golpe suelto toda la espuma. Pero quedan las burbujas, durante tiempo y tiempo. 
2) De ebullición lenta: al principio sonrío. Me doy la vuelta y sigo sonriendo. Nunca sabes cuándo llegará el golpe, pero llegará, tú tranquilo. Soy una persona paciente. Para mí no hay golpe sin respuesta, ni traición sin repercusión. Es la ley de causa y efecto. Si  me la haces me la pagas, antes o después.
Fue así como, al llegar a casa después de ese agridulce viaje a París, me encontré mi casa destrozada, a Lorito con una resaca de lo que parecían siglos de vino de tetrabrik, y a un par de secretarios que ocultaron sus rostros y sus nacionalidades para preservar sus identidades, no fuera a ser que alguien (sus jefas) se enterase de que estaban de pingoneo en lugar de trabajando como esclavos. 
En esta ocasión, mi cabreo fue de tipo 1. Mi botella de champán reventó de tal forma que la espuma arrasó todo lo que había a su paso. Los secretarios salieron corriendo jurando haber visto al chupacabras. Lorito estaba tan mal que ni se enteró, así que decidí esperar a que al menos estuviera consciente para escuchar mis gritos.
Como allí no podíamos quedarnos, arrastré a Alain hasta lo que era su guarida cuando trabajaba para mí, antes de que viviéramos juntos. Yo debería estar enfadada de que mantuviera su cubil, pero prefería no aumentar sus culpas, que bastantes tenía ya. 
Durante dos días, me dediqué con placer malsano a incubar mi cabreo de tipo 2, hasta que Alain se plantó delante de mí, con su sempiterno fruncir de labios, sus ojos entrecerrados y un aire ofendido que acabó de cabrearme.
-No voy a fingir que no sé qué te pasa -dijo, con su mejor voz de secretario sabihondo y repelente.
Se la estaba ganando y no sabía lo cerca que estaba de salir de allí de una patada en el culo.
-Igual he tardado demasiado en decírtelo...
Bufé y mascullé unas palabras en euskera que el fingió no entender, porque no había que hablar euskera para entenderlas, eran de ese tipo de palabras que se entienden en cualquier idioma.
-Había preparado un discurso, pero sé cuánto te molestan, así que te lo diré todo en tres frases o, mejor dicho, en tres preguntas.
-¡Qué considerado!
-Fingiré no haberte visto sacándome la lengua -dijo, sin poder evitar una sonrisa.
-Dilo ya o lárgate.
-De acuerdo. Ahí va la primera pregunta: ¿Has pensado en nuestra vida dentro de, digamos, cinco años?
Yo no había pensado en nuestra vida ni dentro de cinco días, así que apreté los dientes, por hacerme pensar. Pero no me dio tiempo de hacerlo, porque a los pocos segundos lanzó la segunda.
-Si seguimos juntos dentro de cinco años, ¿crees que estaremos solos?
¿Solos nosotros dos o solos con Lorito? Era incapaz de pensar más allá. Me estaba asustando de veras. Nuevamente, otra pregunta cortó mi cadena de pensamientos.
-Siendo mi madre como es, ¿crees que me aguantarás cinco años, o los que sean, a tu lado? Ya sabes que algunas cosas se heredan -sonreía, pero se le veía nervioso.
Traté de imitar su gesto, frunciendo los labios y entrecerrando los ojos, pero no me salía ni la mitad de bien que a él. Además, la sonrisa de boba me impedía mantenerme así mucho tiempo. Ese estúpido francés había pensado por una fracción de segundo que estaba enfadada con él por culpa de su madre. De acuerdo, era algo... poco simpática... pero tampoco era para exagerar. Aunque era mejor mantenerla en la distancia.
En cuanto a Alain. ¿5 años? ¡Qué paciencia hay que tener con los secretarios! Palmeé el sofá a mi lado y, cuando se sentó, le respondí sin palabras.

domingo, 29 de junio de 2014

SOBRE RETOMAR EL TRABAJO Y LOS NUEVOS PROYECTOS

No sé si es normal, pero cada vez me cuesta más volver a empezar a escribir después de acabar una novela. Antes me lanzaba de cabeza a una nueva sin miramientos, a pelo que se dice. Esta vez he empezado varias y lo he dejado, porque era incapaz de concentrarme del todo en ellas, no acababan de llenarme, tal vez. Igual es que no era su momento, porque, vistas en perspectiva, no están mal, en serio (no es que sea poco objetiva).
Al final me he decantado por una historia que trata de un mundo que yo he visto retratado pocas veces en novelas románticas, al menos desde la perspectiva que yo planeo tocar: el de la moda.  De hecho, aunque ya tiene un título ya decidido, y espero que definitivo, hasta que la acabe se llamará así, "La de la moda", para los amigos. Tampoco es que planee ser rompedora ni hacer algo nunca visto, porque, no nos engañemos, ya está todo visto, pero desde luego no me gusta ser complaciente con los clichés. Quiero tocar un poco las pelotillas de ese tufillo machista y rancio que me aburre y me hace enarcar la ceja, incluso en las novelas que van de "modelnas".
Habrá diseñadores, modistas, modelos, y todo lo que haga falta, pero, ¿cómo lo encajaré? Pues eso no os lo voy a contar jajaja. Solo os diré que me voy a permitir el lujo de colar un montón de chistes privados que seguro que mucha gente no va a pillar, tanto en los nombres de los protagonistas, como en las personas en las que están basados. Y es que, en el fondo, no puedo evitarlo, mi educación cinematográfica y literaria, así como el entorno en el que me he criado se reflejan en lo que hago, es inevitable... Notaréis que sé un poco de ropa, pero de cómo se hace. ¿Y eso? Secreto profesional.

Nota mental: dice Alain que eso de los chistes privados no debería hacerlo si luego no lo explico, porque solo me río yo. Yo le digo que en eso está la gracia. Es tan cortito a veces, mon petit chou...

sábado, 21 de junio de 2014

SOBRE HACERLO OFICIAL

A estas alturas supongo que lo sabéis: dos editoriales van a publicar dos de mis historias.
Por un lado, Ediciones B, vía Selección RNR, va a publicar en octubre una historia ambientada en el siglo XIX, después de las guerras napoleónicas. En ella conoceremos a Su Alteza, el príncipe Peter de Rultinia (a quien conoceremos mejor más adelante, en su propia historia) y a los hombres de su guardia. El jefe de la guardia es precisamente el protagonista de esta primera parte de la trilogía de Rultinia, sir Benedikt, un escocés que dejó su tierra de joven para ir a recalar en ese hermoso y a la vez terrible país mediterráneo, lleno de gente intrigante y peligros. En esta historia en concreto, nos lo encontramos en Inglaterra, antes de regresar a su tierra de adopción. Allí tendrá que lidiar con una mujer, Cassandra, con la que tiene una relación tan tirante que casi se podría decir que linda con el odio. Sin embargo, habrá cosas que hagan que ambos se replanteen lo que piensan y sienten por el otro.
Esta es, a mí parecer, mi mejor historia, aunque eso es algo totalmente subjetivo jajaja. Es tal vez que lo pasé muy bien escribiéndola, porque hay muchas peleas de ingenio, algo de acción, y un malo malísimo que me encanta.

La otra historia, que se publicará a saber cuándo, saldrá de la mano de Harlequín, en su colección HQÑ. En esta ocasión se trata de una historia actual, con algo de humor, bastante crítica y hasta tierna. Está ambientada en una clínica privada acosada por los problemas económicos, a la que llega un nuevo doctor, el hijo de uno de los mayores accionistas, precedido por el sambenito de ser un enchufado. Este hecho hará que el personal de su servicio no le reciba con los brazos abiertos, precisamente. Solo al conocer bien a Gabriel, sabrá Elisa que las cosas no eran como ella pensaba. 
Esta historia está ambientada en el servicio de Radiología de la clínica, el departamento más romántico de cualquier hospital (jajaja, chiste privado). 
Es una historia distinta, creo, donde lo principal no es la relación de los protagonistas. Tal vez es "poco romántica" en ese sentido, pero era lo que me pegaba en ese momento y forzar las cosas no me apetecía. Así que quedó como quedó.

Y, en definitiva, funcionen o no, esto es lo que hay, por si alguien siente un poco de curiosidad. Publicar no era mi objetivo en la vida, pero a veces hay que aceptar las cosas como vienen. Probaré, al menos. 
Pase lo que pase, para mí nada cambia. Mis libros siguen siendo los mismos y yo también.

Nota mental: aquí el que está encantado de la vida es Alain, que dice que ha sido gracias a sus consejos y su trabajo para conseguir que me lo tome en serio que hemos llegado ahí. Yo asiento, pero es solo para darle la razón. Está tan guapo cuando sonríe...

domingo, 8 de junio de 2014

EL SECRETARIO: EL VIAJE (XI)

Conté en mi cabeza mientras me alejaba del dormitorio de Alain.
Tras de mí, la risa histriónica de Alexia, con un punto de histeria y tal vez de incredulidad al pensar que se había salido con la suya. Marie Panphile no dijo nada, pero me la imaginé mirando a su hijo, esperando que me desmintiera. Y Alain...
Tardó tanto en empezar a hablar que casi me lo perdí, porque a esas alturas yo ya había llegado a mi ratonera, dispuesta a largarme sin mirar atrás. No quería confesármelo ni a mí misma, pero no sabía cómo iba a reaccionar mi secretario. No le gustaban los enfrentamientos, por no hablar de que hablar de las cosas que Alexia le hacía delante de su conservadora madre (para lo que quería, que bien que le gustaba leer BDSM). Cabía dentro de las múltiples posibilidades que se callara, agachara la cabeza y aceptara la victoria de Alexia sobre mí. También podría haber callado y seguirme sin más. Pero no.
En un rápido francés del que apenas capté lo más importante, Alain le contó con pelos y señales las torturas a las que Alexia le había sometido: hambre, golpes, jornadas de trabajo extenuantes... 
Pensé que pararía allí, pero no. Y ahí sí me sorprendió. Alain habló y habló, como jamás había hecho conmigo (cosas que tiene ser madre, supongo). Me apoyé contra una pared y escuché. No sé cuánto tiempo habló, pero lo que estaba claro es que Alexia ya no reía. 
No tengo ni idea de cuánto tiempo había transcurrido, pero de pronto Alexia pasó corriendo ante mí, no sin lanzarme antes una mirada de odio inmenso. 
Me gustaría haber pensado que había ganado, pero no, todavía no. Miré hacia la habitación y seguí esperando.
Tras varios minutos de silencio, Marie Panphile salió también de allí. Pasó en silencio junto a mí, sin mirarme, como su (deseaba con todo el alma) ex ídolo. Al cabo de unos instantes la escuché trastear en la cocina. Cuando pitó la tetera, supe que teníamos algo en común: el té nos calma y nos ayuda a ordenar las ideas.
-Te parecerá bonito lo que has hecho...
Me giré hacia Alain con mi mejor cara de "¿me hablas a mí, con esta carita de ángel que tengo?".
No me dejé engañar por su aspecto tranquilo ni por esa mirada serena. No tuvo que pedírmelo, pegué un saltito y él me cogió al vuelo, privilegios de ser bajita y pesar como una pluma.
Nos abrazamos unos minutos eternos allí mismo, sin hacer otra cosa que eso, estar abrazados.
-¿Mejor? -pregunté al fin.
Pude notar su sonrisa contra mi cuello.
-Mucho mejor. 
No lo decía solo por la escena, que seguro que no había sido fácil, sino que contarlo todo al fin debía de haber sido una liberación para alguien tan reservado para él, capaz de sufrir lo indecible sin hacer un mínimo gesto de dolor. Haber aguantado tanto había sido para él una tortura, y yo lo sabía muy bien.
No estuvimos mucho tiempo más en aquella casa ni en París. El viaje había sido un fiasco en muchos sentidos, pero liberador en otros. Sabía que seríamos libres de Alexia, al menos durante un tiempo.
Marie Panphile se despidió de su hijo con un abrazo extraño, como si no deseara soltarle y a la vez no se atreviera a mirarle a la cara después de lo ocurrido.
A mí apenas me dirigió un gesto con la cabeza a modo de saludo. Tampoco esperaba un beso y que me pidiera perdón... pero sí (no puedo evitarlo, soy autora de romántica, siempre espero que todo salga bien, pese a todo).

Cuando ya estábamos en el avión, camino a casa (esa casa que esperaba que Lorito no hubiera destrozado), me di cuenta de algo, sorprendida.
-¿Puedes decirme a qué hemos ido a París?
Alain rió. Una sonrisa libre, fresca y alegre como pocas veces (o más bien nunca), se la había visto.
Me dejó con las ganas de saberlo, cómo no. Pero lo averiguaré. Lo juro, como que me llamo Arwen Grey.

Por cierto, no sé si os habéis dado cuenta, pero gané: 
Arwen 3 - Marie Panphile 2

sábado, 31 de mayo de 2014

EL SECRETARIO: EL VIAJE (X)

Alain se puso delante de mí, no sé si para protegerme o para impedir que me lanzara contra Alexia, pero, teniendo en cuenta que estaba en bolas, consideré que no era buena idea que estuviera tan cerca de esa bruja, a la que por cierto se le iban los ojos a ciertos lugares. Y esos lugares eran míos, así que le aparté de un empujón y le cubrí como pude, teniendo en cuenta mi estatura y envergadura.
Alexia sonrió, aunque sus ojos lanzaban dardos mortales. Seguro que le estaba costando un mundo no poder comportarse como ella era de verdad delante de Marie Panphile, la presidenta de su club de fans en Francia.
-Eres una indecente -dijo la muy falsa, llevándose una mano a la zona en que los humanos normales tenemos el corazón.
-Le dijo la sartén al cazo.
Los refranes nunca han sido lo mío, pero era mejor decir eso que lo que pasaba de verdad por mi cabeza.
-Has profanado el hogar de esta mujer incitando a su hijo a cometer actos impuros -siguió Alexia, poniendo una cara de mojigata que no sabía si reírme o llorar.
-En realidad me incitó él, pero eso es un detalle sin importancia -dije, acertando de lleno con el dardo, a juzgar por su expresión de odio absoluto. Seguro que a ella Alain nunca la había incitado a nada (juajuajua).
Entrecerrando los ojos hasta convertirlos en rendijas de pura maldad, se volvió hacia madame Panphile, que todavía no había abierto la boca, aunque no paraba de asentir ante las palabras de Alexia.
-Tienes que hacer algo, querida -la voz de Alexia sonó dulzona y pegajosa-. Esta mujer lleva a mi croasancito por el mal camino. ¡Mírale, si ya no reconoce la decencia! ¡Tápate, por Dios! -añadió, cubriéndose los ojos con teatralidad, aunque yo pude ver que separaba los dedos para seguir mirando, la muy perra.
Marie Panplile asintió, frunció los labios de una forma que me resultó muy conocida y apretó los puños, la viva imagen de la furiosa dignidad.
-Me temo que tendrás que marcharte de mi casa.
Vale, había tenido la excusa perfecta, y lo peor era que se la habíamos dado en bandeja y hasta con un lazo rojo y enorme. A su lado, Alexia sonreía como la perra satisfecha y malvada que era, creyendo, y tal vez con razón, que había ganado.
Pero no. Ya estaba harta de ser la buena y tonta autora sin esperanza. Si había algo en lo que había cambiado desde que estaba con Alain, era en que sabía que podía conseguir todo lo que quisiera. Por primera vez, además, pensé que no me iba a importar usar cualquier truco sucio a mi alcance con tal de librarme de esa víbora para siempre. 
Así que sonreí, asentí con la cabeza y enfilé la puerta, sorprendiendo a todos. Al llegar a la salida, me giré como para despedirme, aunque mi intención estaba muy lejos de ello.
-Es una lástima que tenga que irme. Hubiera sido un placer para mí contarle las cosas que le hacía su ídolo a su... -miré a Alain, que se había detenido en mitad del gesto de abrocharse los pantalones. Su cara de desconcierto era un poema. Procuré grabarla en mis retinas, porque verle perder el control era algo extraño y precioso- croasancito...
Mi reverencia final fue la puntilla a aquella escena.
Salí del cuarto sin mirar hacia atrás. Esperando.

Madame Panphile 2 - Arwen 2


martes, 20 de mayo de 2014

SOBRE VOLVER A EMPEZAR... (LA PELI DE GARCI NO)

No sé si os pasará, al menos las que escribís, que después de terminar una historia, sois incapaces durante un tiempo de trabajar en nada. 
A mí me pasa, y cada vez más.
Antes no había acabado una y ya estaba pensando en la siguiente, ahora tengo varias empezadas y no sé por dónde seguir, porque nada acaba de atraerme del todo.
Hacer un parón tal vez sería lo oportuno, pero me conozco y sería más duro volver a arrancar.
Cierto que estoy viviendo una temporada de incertidumbres y algún problemilla inesperado que me están quitando las ganas de todo, pero creo que la respuesta no está ahí, o no del todo.
En definitiva, espero centrarme, en lo que sea, francamente. 
Sería bueno para mí saber. Saber sin más (cosas mías) sería un placer para mí, y seguro que me animaría a seguir adelante. 
Como no depende de mí, eso al menos, intentaré recoger las hilachas de mi disciplina y volver al circo más o menos en forma.


sábado, 17 de mayo de 2014

EL SECRETARIO: EL VIAJE (IX)

Esas horas de paz y felicidad fueron un oasis, un paraíso en la tierra, el edén... todas esas moñeces que se suelen decir en estos casos. El caso es que pudimos estar juntos y a solas durante un tiempo, y eso fue bonito (los adjetivos creo que no son lo mío, espero que se me entienda).
Solté a Alain en cuanto escuché el ruido de la puerta de entrada. El oasis se había secado, el paraíso en la tierra se había inundado y habíamos sido expulsados del Edén. 
El ruido del taconeo de Marie Panphile sonó como el repiqueteo del tambor que anuncia una ejecución. Se había acabado lo bueno y me iba a tocar pagarlas todas juntas si nos cogía juntos.
Un momento.
No había solo un taconeo. ¿Había traído una visita madame Panphile? 
Empecé a vestirme a toda prisa.
-Somos adultos, petite...
Sentí deseos de reírme, pero hubiera perdido tiempo.
-Tú y yo sí, chouet, pero tu madre no, así que mueve ese culo... perdón, trasero, y vístete, por favor. Si nos coge, quiero poder mentirle y decir que no es lo que parece.
Alain suspiró, resignado, y me hizo caso por una vez, sin que sirviera de precedente.
Lamento decir que al final sí perdí un tiempo precioso, porque al darme la espalda me quedé embobada mirándole. 
Como el destino parece tener algo contra mí, aprovechó ese momento para hacer que Marie Panphile abriera la puerta. El cuadro no era halagüeño, lo reconozco: ropa desperdigada por todas partes, yo a medio vestir, Alain como Dios le trajo al mundo y yo mirándole de un modo que no tenía nada de inocente.
No dijo nada, eso debo agradecérselo. Con su mirada bastó para que volviera a sentirme como si tuviera 15 años y me hubieran pillado con el carrito del helado.
Por desgracia, su acompañante no tuvo la misma delicadeza.
-¿Sabes que te puedo denunciar por acoso a un empleado?
Que esas palabras salieran de esa boca, que esa persona hablara de acoso a un empleado, era lo más irónico que podía escuchar, viniendo precisamente de Alexia Guipur.
Bien, el destino me la había jugado redonda: me había dado unas horas de felicidad, para después poder divertirse el doble hundiéndome en la miseria.

Marie Panphile 2 - Arwen 1