viernes, 21 de octubre de 2016

SOBRE REESTRENOS: EL AMOR ES UN LIBRO EN BLANCO

Cuando yo escribí El amor es un libro en blanco, hace como mil años, lo veréis en algún lugar por aquí en el blog, nunca pensé en enviarlo a ninguna editorial. Básicamente, porque en esta novela, ser escritor y publicar no es una experiencia maravillosa ni perfecta, colmo de las siete esencias, como suelen pintarla. Tampoco voy a decir que sea un dramón, porque no lo es. De hecho, es una comedia, pero también habla de temas que se comentan a menudo en los mentideros: las presiones de los editores para escribir lo que está de moda, aunque no te apetezca, sobrellevar a los fans, que tan pronto te adoran como olvidan, los congresos masivos de romántica (o los odias o los adoras), etc...

Obviamente, se trata de una obra de ficción, y no está basado en nada concreto (lo digo antes de que vuelen los cuchillos, y porque sé que ya se comentaron cosas en su momento, cuando yo la autopubliqué, aunque, curiosamente, nadie me dijo nada a míiiiiiiiii).

Para mí, ante todo, es una defensa de la novela romántica, romántica de verdad, fuera de las modas, de las presiones. Y, por qué no decirlo, una defensa de los autores, de la escritura de lo que te sale de dentro, no lo que vende, lo que se lleva, por miedo a no gustar y a no vender.

Y es una novela de amor y divertida también.
Todo eso. Y cada uno que se quede con lo que quiera jajaja

Sinopsis:

No te fíes de tu peor enemigo, podría ser el amor de tu vida.
Rebeca es una prestigiosa escritora de novela romántica que se siente insegura y se ve amenazada por la nueva competencia durante un congreso al que acude como nominada, por tercer año consecutivo, al premio literario Corazón Dorado. Ella sigue anclada en su estilo, en el que todo es de color de rosa, mientras que los demás se adaptan a las nuevas modas de historias de amor escritas de una forma más directa y explícita. Nunca ha conseguido ganar ese premio y empieza a creer que jamás lo logrará. Y para colmo, uno de sus rivales para conseguir el galardón es el apuesto Roberto de Vega, también compañero de editorial.
Aunque al principio parecían odiarse en su lucha desmedida de egos, con el paso de las horas y de los acontecimientos, ambos se olvidan del premio para centrar su atención en algo mucho más importante…