Parece mentira que ya quede tan poco para que salga "El amor está de moda". Es como si llevara media vida escrita, media vida esperando. Y en febrero al fin estará ahí, de la mano de Harlequin Ibérica, Harper Collins.
Es una historia que, no sé por qué tengo la sensación, puede gustar o se puede odiar a partes iguales. Es lo que suele pasar con las historias con un humor particular que tal vez no esté al alcance de todo el mundo.
Y porque "la moda" es distinta. Ya sé que es algo que se dice siempre y pocas veces es cierto, pero esta vez lo es. Puede que la historia en sí no sea demasiado extraña, con dos diseñadores con puntos de vistos opuestos obligados a entenderse para sacar adelante un desfile, pero los protagonistas, y especialmente él, Guy, o Errol, es... raro. Su rareza no es desagradable, ni agresiva, ni dañina, pero hay gente a la que le puede no gustar. Lo asumo. Y otros lo adorarán. Y con Cocó, una protagonista atípica nada princesa, pasará lo mismo.
Los secundarios, para mí, son simplemente adorables. Divertidos, locos, familia, amigos...
Y los malos... bueno, los malos son como son. Todo el mundo tiene su corazoncito, y creo que hasta a Lana se la puede comprender si nos ponemos en su lugar.
Está ambientada en un mundo que me interesa, el de la moda, pero quise hacerlo mío. Tal vez no es el real, pero tampoco lo pretendo.
Aproveché para intercalar chistes privados por todas partes, dejarme llevar con mis locuras particulares, reírme, hacer experimentos, y la verdad es que hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien escribiendo algo.
No sé si gustará o no, y la verdad es que poco puedo hacer a estas alturas al respecto, pero lo que disfruté escribiéndola no se paga con dinero.