miércoles, 13 de marzo de 2013

SOBRE CHURRAS Y MERINAS

En los últimos días he tenido unas cuantas conversaciones "interesantes" (lo pongo entre comillas porque era hablar contra muros, ya que no comprendían argumentos básicos) sobre géneros literarios.
La raíz de todas estas conversaciones venía sobre normas, es decir, yo decía que cada género tiene unas normas básicas a seguir, y que los lectores habituales de ese género lo leen esperando tales premisas, llamémosles clichés si lo preferís, y que cuando no los encuentran pueden llegar a sentirse decepcionados o no, pero en todo caso, que esa novela o relato, ya no entraría en ese género.
Ejemplo: prácticamente el 100% de las historias que leemos tiene algo de amor en su argumento, aunque sea de manera circunstancial, ¿la convierte eso en una novela romántica? Por supuesto que no, lo mismo que el hecho de que haya un asesinato no la convierte en una novela policiaca.
Sin embargo, ellos insistían en que sus novelas con historias "tope románticas" eran novelas "de amor", y que, de todas formas, a una  "maruja que se pasa todo el día en casa y no tiene estudios ni  capacidad para distinguir seguro que le encantaría ". Ni qué decir tiene que les advertí de que si quieren vender sus novelas a esas "marujas", lo último que tienen que hacer es menospreciar a sus futuras lectoras que, por cierto, conocen las normas del género que aman a la perfección, como los fans de cualquier otro. Ya pasé de decirles que ni todas son ignorantes, ni amas de casa, ni que serlo es ningún desmérito, que al hablar así los que demostraban estar en la caverna eran ellos.

No es que pretenda descalificar a esos autores como tal, pero no se puede hablar con menosprecio de ningún género ni ningún posible lector si es que algún día piensas dedicarte a ello, y menos todavía pensar en hacer algo sin antes conocer las normas básicas de ese género que, en serio, EXISTEN.
Para darse cuenta de ello basta leer un poco de cada género para atar cabos, existen nexos de unión entre personajes, situaciones, ambientes... Antes de intentar algo nuevo lee analíticamente todo lo que puedas, toma notas y después aplícate el cuento. Aprende de lo que te gusta, básicamente.

Nota mental: hacer amigos igual no es lo mío, pero... desde aquí un saludo a mis lectores, deciros que odio la palabra "maruja" y que me encanta que me consideren "embajadora de la literatura romántica" jajaja.

2 comentarios:

  1. No hay lector más puñetero que el lector de género. Se las saben todas, lo han leído todo, es imposible dársela con queso. Son exigentes hasta decir basta. En general, despreciar al lector no me parece bien, pero despreciar al lector de género creo que es un error que se paga caro. Y eso que no has mencionado a "los renovadores", a los que en aras de la innovación quieren hacer una novela negra (por ejemplo) sin homicidio, investigador y resolución. Orginal es un rato, pero creo que a los lectores de novela negra no nos va a terminar de convencer, jejeje.

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  2. Lo que los "renovadores" no entienden es que lo que un lector de género busca es lo conocido, con todas sus normas requetesabidas. Es como el que ama su mantita de bebé, que no la cambia por nada y jamás le convencerán de que otra cosa es mejor ni aunque le ofrezcan una más nueva y sin remiendos.
    Por cierto, gracias por pasearte por aquí. Bienvenida!!

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