domingo, 18 de agosto de 2013

EL SECRETARIO 7: ELLA...

Yo trabajaba... es algo que hago mucho últimamente.
Estaba en Reims, con George y Soline. Los Madison de toda la vida son algo así como mis chicos favoritos, así que algo muy gordo tuvo que pasar para romper mi concentración.
Visto en perspectiva, creo que fue el principio de algo que no sé cómo terminará, pero que, en cierto modo, ha venido a confirmar mis sospechas de que Alain Panphile no es quien parece. 
En fin, yo trabajaba...
Alain rondaba por allí, haciendo lo que él hace y que hace tan bien. Él no es torpe. Simplemente no le pegaría. Sería como ponerle a un santo dos pistolas, no computa. Sin embargo, se le cayó la carpeta con  todos los papeles que llevaba, haciendo que se esparcieran por el suelo. Yo hice amago de levantarme para recogerlos, pero alzó una mano para impedirlo. Lo recogió todo y dejó el despacho, rumbo a la cocina, quizá para prepararse un café. Últimamente pasa mucho tiempo allí, aunque creo que más bien debería decir que pasa mucho tiempo lejos de mí.
Yo trataba de recuperar mi concentración para trabajar... y de pronto lo vi.
Era un objeto pequeño, rectangular, blanquecino... Vale, era una foto dada la vuelta.
No soy cotilla. Nunca lo he sido, pero algo me impulsó a levantarme de mi cómoda silla para recoger la foto y dejarla sobre la mesa, boca abajo, sin  mirarla, por supuesto. Sin embargo, las palabras escritas al dorso llamaron a mis ojos como cantos de sirena, las muy...

"Como dice la canción "Sin ti no soy nada", gracias por todo lo que hiciste por mí. Ye tadorrrrr."
Firmado, XXXXX

Debo reconocerlo, casi me da un pasmo al girar la foto (por no hablar de la frase en francés mal escrita) y confirmar que la XXXX que firmaba era la misma que yo conocía: la Archiautora, la Archiventas, la Archiromántica, la Architodo, y sobre todas las cosas, MI ARCHIENEMIGA.
No podía ser. Empecé a hiperventilar. Me estaba ahogando. Iba a empezar a echar humo por las orejas de un momento a otro.
O mejor, lo iba a matar...
Eso de: "La he investigado, señorita Grey"... Ahora cobraba un nuevo y negro sentido.
Nubes de tormenta se arremolinaron sobre mi cabeza y pronto estallarían sobre mi despacho. Con un poco de suerte los rayos le caerían todos a Alain.


1 comentario:

  1. No me creo que el Panphile no se viera venir que verías el papel, pero... ¿por qué quería que lo vieras?
    Ah, y siguiendo con mi teoría, esa es la anterior clienta del señor, al menos eso creo yo.

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