viernes, 17 de junio de 2016

EL SECRETARIO 3-6 (1): LO QUE SIEMPRE QUISE


Todo iba genial en casa Grey. En unos pocos días todo volvió a ser como si ese tipo… sí… ese francés… como se llamara… jamás hubiera existido. Todo era estupendo, y todos allí éramos felices a rabiar.
Yo me había adaptado a mi nuevo peinado y mi nueva vida (si hasta había encontrado en un cajón una cosa llamada planchas del pelo y hasta había aprendido a enchufarlas y todo). Lorito me miraba con desconfianza cada mañana cuando me veía aparecer por la puerta de mi dormitorio, bien vestida (al menos vestida decentemente), peinada, con un maquillaje discreto (nada de mis sempiternos rojos), y me ponía a escribir con una taza de té, sin distracciones ni regateos.
Aunque, todo hay que decirlo, ya no había nada en aquella casa que me distrajera. Nada de miradas atravesadas, de medias sonrisas, de acentos franceses sexys…
Nonono. Borra eso. Habíamos quedado en que nada de eso existía.
Ahora hablo sola.
Estupendo.

Soy muy feliz. Y hasta me lo creo y todo.

1 comentario:

  1. No voy a hacer ningún comentario sólo porque tú me lo pediste. He dicho.

    ResponderEliminar

Todos los comentarios del blog están moderados. Recuerda que la paciencia es una virtud.